Rush Pasión y Gloria análisis por Adriana López

RUSH PASIÓN Y GLORIA

Análisis por Adriana López Valentín

La dirección está a cargo de Ron Howard, la producción por Brian Grizer, el guión por Peter Morga.Se produjo en Alemania y Reino Unido en 2013.

Rush es una esas películas que te adentran a un hecho o anécdota bastante interesante. Desde el comienzo se genera el ambiente idóneo para conocer a los personajes. Hay un juego de rivalidad, duelo y competencia  en donde los dos protagonistas tienen a reaccionar y reflejar su personalidad, lo que hace que contrasten bastante. 

Por un lado la personalidad de Nikki es bastante  perfeccionista y fría y por el otro lado Hunt es bastante simpático pero demasiado elocuente. Esa dualidad genera un ambiente de tensión entre los dos; las personas que los conocían sabían que había una relación bastante remarcada e intrigante. Cuando vi la película pensé que la trama sería bastante moralista como lo suelen ser algunas películas de deportes que tienden a finalizar con el triunfo de  un campeonato o juego que al final es muy deducible. Sin embargo está película narra de forma dramática como se conocen los personajes y la relación que van construyendo a medida que pasan las diferentes sedes de premios.

En general el plot o argumento es muy fácil de digerir, los escenarios se mezclan con el paisaje europeo para lograr que la acción se desarrolle en las pistas. La película tiene una clasificación para mayores de 18 años, la primera vez que vi la película tenía 18 años y ese desinterés por la monotonía y la identificación con ambos personajes me hicieron disfrutar mucho la trama. 

La película combina la pasión por los autos y el duelo que se genera durante las competencias. Hay un equilibrio en el drama y la acción. Por una parte tengo  empatía hacia los personajes porque cuando la vi estaba descansando en mi casa, no hacía nada y recuerdo que tenía ganas de hacer algo de mi vida pero a la vez sufría de pereza. Esta película hizo que me desestrezara y que viera los dos lados de la cara de la moneda. La vida no es para tomársela tan en serio sin embargo hay reglas que son inevitables seguir; por lo que a partir de ahí me interesé por salir de esa monotonía y comodidad que había ganado en unos meses las escenas de lluvia y la tomas me parecen muy buenas al igual que las tomas de las carreras.  

En conclusión la trama es muy fácil de asimilar, el conflicto es muy tenso y surge de esa pasión, las tomas tienden a ser muy fluidas y los detalles se adecuan al formato y el estilo que maneja, en cuanto al desarrollo de la historia el director maneja muchas secuencias. Lo cual influye en el ambiente activo que al final termina siendo impredecible. Debido a que al inicio el romance parecía tener lugar al final estuvo presente pero de manera incidental. Corta y específica mantiene una historia entretenida.